Tu país tiene sus mitos y sus leyendas.
Tu ciudad también.
Lo más interesante es que esos mitos y esas leyendas pueden ser piezas decisivas del poder persuasivo de un político.
¿Qué tienen en común los mitos y las leyendas? Son varios los aspectos clave que constituyen su esencia:
- Son relatos, narraciones, historias con un comienzo, un desarrollo y un final
- Esas historias se refieren a hechos extraordinarios que salen de lo común y que a veces rozan hasta lo sobrenatural (o se internan allí…)
- Los protagonistas son también o bien seres excepcionales o bien seres con alguna cualidad excepcional que los diferencia de los demás mortales
- Se transmiten de generación en generación, siendo la oralidad la vía habitualmente predilecta para esta transmisión
- Tienen una función extremadamente importante en la estructura de creencias de una sociedad y son factores que le dan cohesión, que le agregan significados y valores y que provocan un sentimiento muy fuerte de pertenencia.
Por eso el político despierta una gran adhesión emocional entre la gente cuando logra integrar en su discurso alguno de los mitos o alguna de las leyendas de su ciudad o de su país. Porque está anclando ese discurso nada más ni nada menos que en el inconsciente colectivo de la sociedad.
Si estás en política, una de tus primeras obligaciones es conocer a fondo esos mitos y esas leyendas. Y estudiar en detalle como relacionar alguno de estos aspectos con la vida actual, con los sucesos recientes, con el aquí y ahora y hasta con la perspectiva futura de esa sociedad, de ese partido político y de ese candidato.
Recuerda que quien es capaz de ingresar sutilmente al inconciente colectivo de una comunidad está muchos escalones por encima de sus adversarios.
Porque así será, inevitablemente, más persuasivo.