Político. Consultor. Gobernante. Profesional.
No importa a qué te dedicas.
Pero siempre eres una marca.
No importa si te gusta o no te gusta ser una marca. Pero lo eres.
Una marca construída en el cerebro de los otros, de los demás.
Atención: no en tu cerebro sino en el de los demás.
No eres tú: son ellos
-¿Alguien lo conoce personalmente? -preguntó Efraín con gesto cómplice.
-No -dijo alguien.
-Yo no -agregó otra voz.
-Tampoco yo -insistió otra.
El murmullo de todos sonó breve y contundente. Unanimidad: nadie lo conocía en persona.
Se hizo un silencio.
Estaban sentados en torno a la mesa de un bar, entre tapas, gaseosas y cañas. Aquella noche de otoño de 2013 se iba deslizando sobre Madrid. Atrás había quedado el partido entre el Real y el Atlético. Los alumnos del Máster en Consultoría Política de la Universidad Camilo José Cela de Madrid habían comenzado a preguntarse entre sí cómo habían descubierto aquel Máster que les estaba cambiando la vida.
-En mi caso fue a través de un artículo de Daniel Eskibel -había dicho alguien.
Y una buena parte del grupo fue descubriendo con sorpresa que habían descubierto el Máster a través de la misma persona.
Luis rompió el silencio.
-Piensen lo siguiente. Muchos de nosotros nos matriculamos a través de Daniel Eskibel pero ninguno de nosotros lo conoce personalmente.
Todos lo miraron con intriga.
Tras un breve silencio llegó la conclusión.
-Daniel Eskibel no existe. Es un ser virtual creado por la Universidad para promocionar este Máster -afirmó Luis con sonrisa misteriosa.
La pequeña leyenda urbana de aquel grupo los acompañó durante meses. Circuló por la sede universitaria de la calle Ferraz, en Madrid. Y también a minutos de allí, en el Campus de Villafranca del Castillo. Fue con ellos a Bruselas y a Lisboa, acompañándolos en las estancias formativas internacionales que también forman parte del Máster. Cruzó con ellos el Océano Atlántico, estuvo en Estados Unidos y desembarcó también en el Río de la Plata.
Fue allí, en Buenos Aires, el punto culminante de la leyenda.
Ya habían cursado más de la mitad del Máster pero jamás aparecía el tal Daniel Eskibel que los había entusiasmado con matricularse. Seguían sus artículos, sus libros, sus sitios web, su presencia en redes sociales…pero siempre invisible.
Una tarde, también de otoño pero ya de 2014, caminé por Puerto Madero, ingresé a uno de los edificios de la Universidad Católica Argentina, subí por el ascensor y me encaminé hacia el salón de clase.
Los alumnos del Máster sabían que estaban previstas algunas horas de clase conmigo.
-No va a venir nadie -había dicho Luis -porque Daniel Eskibel no existe, es solo un ser virtual, un producto de marketing de la Universidad. Ya verán como anuncian una excusa para justificar su ausencia.
Cuando entré al salón de clase me miraron con curiosidad. Incrédulos. Un tanto asombrados. Desconcertados ante el final de aquella leyenda urbana que habían construído durante meses. El propio Luis fue el primero en tomarse una fotografía conmigo y subirla a Twitter (tal vez para asegurarse de que mi aparición súbita en Buenos Aires no era una alucinación colectiva…).
Este relato, extenso y detallado, es absolutamente real. Y ayuda a entender dónde es que se construyen las marcas y quiénes son los que las construyen.
Tu marca la construyen los otros
Políticos, profesionales, consultores, gobernantes…Todos somos marcas. Y todos tenemos cierta tendencia a creer que nuestra marca la construimos nosotros mismos.
Pero no.
Nuestra marca la construyen los otros.
Nosotros aportamos elementos, claro. Pero de la misma forma que alguien despliega sobre la mesa las innumerables piezas de un puzzle.
Luego vienen otros y reorganizan esas piezas hasta formar una imagen con esos elementos.
Son los otros, entonces, los que construyen tu marca.
Los otros.
Sus ideas, sus emociones, sus recuerdos, sus fantasías, sus historias, sus palabras, sus imágenes…todo ese mundo de los otros se va entrelazando con la información tuya que reciben. Y también se va entretejiendo con lo que otras personas dicen sobre tí.
Y es así, poco a poco, que van construyendo tu marca.
Tu marca no es tu persona.
Es otra cosa, intangible y compleja, vinculada con tu persona pero diferente a ella.
Tu marca no es creación individual tuya sino creación colectiva de los otros. Los que la van construyendo son muchos cerebros que se ponen en red a través del diálogo.
El resto es literatura. Mejor dicho: el resto es leyenda urbana…