Uno de los principales errores que se cometen en la batalla de los carteles políticos callejeros consiste en pretender que los mismos cumplan una muy amplia serie de misiones comunicacionales.
¿Puede cumplir muchos objetivos a la vez el cartel?
No.
O sea: si lo hace es a costa de sacrificar su efectividad.
Entonces el consejo es usarlos para lo que sirven. Pedirles lo que pueden dar, no otra cosa. No pretender que hagan toda la tarea. No tratarlos como superhéroes de la comunicación que todo lo pueden.
Los carteles tienen, en toda campaña electoral, un objetivo principal. Uno. 1. One. Y ese objetivo es que el público-objetivo conozca, recuerde y reconozca el nombre del candidato.
Si lees de nuevo verás que dice público-objetivo. Quiero decir aquel fragmento del público total hacia el cual dirigimos nuestra campaña. Que nunca son todos, claro.
Que ese sector del público conozca el nombre del candidato. Que sepa que esa tal persona que se llama de tal manera es candidata a tal cargo electivo.
Que luego lo recuerde y lo grabe en su memoria. No todos los políticos están en el archivo mental del público. Y menos aún son los que lo asocian con el cargo que disputa. Pues allí hay que estar: en la memoria.
Para que luego la persona reconozca ese nombre y lo asocie con el cargo en disputa.
¿Es ese objetivo muy básico? Claro que lo es. De eso se trata. De que el cartel cumpla esa función básica. Que al fin y al cabo es cartel y no spot televisivo.
¿Importa esa función básica? Mucho.
- Porque informa lo primero que hay que saber: que tal persona es candidato a tal cargo
- Porque a partir de allí la mente estará más receptiva hacia otros mensajes de la campaña electoral de ese candidato
- Y porque ese mensaje inicial puede crear una breve y rápida impresión favorable, lo cual ya es un muy buen punto de partida
El cartel electoral puede tener, también, objetivos secundarios que sólo son válidos si el objetivo principal se cumple a cabalidad.
Los objetivos secundarios del cartel son:
- Generar vitalidad en la campaña. Son un mensaje de movimiento, de acción, de presencia. Son indicadores de una campaña viva, fresca, actual.
- Reforzar el mensaje que la campaña electoral comunica. No se trata de constituir la vía principal para difundir ese mensaje sino de reforzarlo. Es un apoyo, nunca todo el mensaje.
Lo primero entonces es diseñar el cartel para que cumpla su objetivo principal: conocer, recordar y reconocer el nombre del candidato asociado al cargo que va a disputar. Solo después, y si es posible, podemos intentar que cubra sus 2 objetivos secundarios.
Y nada más.
Si quieres transmitir más ideas, mejor piensa en internet o en televisión. No en carteles.
Recuerda: simple, básico.