Eran otros los tiempos que muestra ‘Mad Men’. La década del 60 está impecablemente reconstruida en la serie de Netflix: vestuario, mobiliario, costumbres, personajes, contexto social y político.
Y publicidad.
Mucha publicidad.
Especialmente gráfica y televisiva.
Y publicidad política, también (cuando la comunicación política era, en gran parte, publicidad).
Don Draper recorre ese universo.
Es un personaje auténtico, creíble, genial y lleno de contradicciones.
Pero nunca estuvo en Twitter.
Quiero decir que la comunicación de hoy es radicalmente diferente a la de ayer.
Toda la comunicación.
También la comunicación política.
En el modelo Mad Men la publicidad interrumpía el consumo de contenidos.
El comercial irrumpía en el climax del show televisivo. Cortaba el consumo para pasar abruptamente a otros temas y recién luego volver al programa.
Y en la prensa el comercial rompía la lectura de contenidos llamando más la atención que los contenidos mismos.
Ese modelo está muerto.
Las personas de nuestro tiempo desconfiamos de esas irrupciones publicitarias. No queremos que nos interrumpan. Usamos el control remoto para evadir la publicidad televisiva. O nos vamos a Netflix y otras empresas de streaming. O vemos los contenidos en YouTube. Y usamos un bloqueador de publicidad para evadir los antipáticos banners de muchas páginas web.
Don Draper era genial pero nunca estuvo en Twitter.
Nunca adivinó siquiera que la publicidad tradicional que estaba creando sería intolerable para muchos en el futuro.
Nunca supo que nuestro deseo sería consumir los contenidos que deseamos sin que nos interrumpan.
Aquel modelo comunicacional, hermoso e inolvidable, está muerto.
Muchas campañas políticas no lo saben y siguen trabajando al mismo estilo de hace 50 años. En televisión, en radio, en prensa, en Facebook, en Twitter.
Y aunque fueran el mismísimo Don Draper…pues igual caminan como zombies en el flujo incesante no solo de Twitter sino de toda la comunicación política de nuestro tiempo.
Don Draper nunca estuvo en Twitter.
Seguramente tú sí estás allí. Así como un enorme universo de políticos, consultores, periodistas, profesionales y personas interesadas en lo que está pasando, en las noticias, en las novedades, en la información, en los asuntos nacionales e internacionales…
No pretendas alejarlos de ese flujo informativo con un comercial publicitario a la vieja usanza. Ni en Twitter ni en la televisión ni en ninguna forma de comunicación política.
En lugar de interrumpir a tu público y pretender vanamente alejarlo del flujo informativo, será mejor que implementes una nueva forma de comunicación política más adecuada a la psicología de ese mismo público.
Será mejor que te conviertas en un productor de contenidos políticos. Y que desarrolles una estrategia política de contenidos.