La campaña política es permanente.
O sea: la comunicación política es permanente.
Todos los días. 365 días al año. No importa si el calor es digno del invierno o si el frío te congela las manos o si el diluvio universal se desploma sobre tus hombros.
La comunicación política sigue, continúa. Porque es continua.
No solo la comunicación política sino simplemente toda la comunicación.
Por eso en este mes de octubre estoy realizando un experimento. Consiste en publicar un artículo nuevo cada día. Un artículo nuevo, fresco, con un nuevo ángulo desde el cual observar la comunicación política. Un contenido nuevo cada día.
En mi caso la formación científica me impulsa a realizar experimentos para contrastar mis ideas e hipótesis. En este ‘experimento octubre’ intentaré descubrir algo más sobre los hábitos de consumo de contenidos de nuestro tiempo.
¿Qué pasa contigo, lector, cuando accedes a un contenido nuevo cada día?
¿Cómo afecta eso tu disposición a la lectura?
¿Ingresas a Maquiavelo & Freud con mayor asiduidad buscando esos contenidos renovados?
¿Compartes en mayor grado estos artículos con tus amigos?
¿Les dedicas más tiempo?
No tengo aún respuestas para esas preguntas. Solo tengo algunas hipótesis, pero ya veremos.
La idea central es que quienes trabajamos en comunicación política somos productores de contenidos. Y como tales no podemos detenernos. Por el contrario: debemos ser capaces de producir cada vez más y mejores contenidos.
Por algo que ya sabes: la comunicación política es permanente.