Más allá de las apariencias, la actitud de la gente ante los gobiernos es bastante previsible. Porque en definitiva el propio cerebro humano tiene mucho de previsible.
El ciclo de la opinión pública
Está estudiado científicamente, principalmente en los Estados Unidos. Tomando una larga serie de datos, que abarcan varias décadas, se analizan los índices de aprobación y desaprobación de la población hacia sus gobiernos. Partiendo de la base de la información disponible en cuanto a encuestas serias.
Los resultados son claros y contundentes.
La percepción pública acerca de un gobierno recorre etapas muy definidas a lo largo del tiempo. Etapas que se reiteran una y otra y otra vez en los distintos gobiernos.
El recorrido es el siguiente:
1. Uno de los candidatos gana la elección con un determinado porcentaje de los votos.
2. Luego de conocido el triunfo comienza una etapa de crecimiento rápido de su popularidad. Abarca el período de transición durante el cual se prepara el nuevo gobierno y los primeros meses del mismo. Muchos lo denominan la “luna de miel” de la opinión pública con el candidato ahora gobernante. En esta etapa se alcanza el máximo posible de aprobación del gobierno.
3. La etapa siguiente es el descenso, la caída. Aunque variable en su velocidad y en su profundidad, de todos modos la caída de la popularidad del gobierno es inevitable. A los gobernantes les cuesta entenderlo porque tienden a pensar que ellos serán la excepción, pero reitero que es inevitable. Y la caída llega hasta el punto más bajo de aprobación.
4. Finalmente comienza la etapa de recuperación y ascenso. También variable en su velocidad y en su profundidad, pero también inevitable. A quienes cuesta entender esta etapa es principalmente a los opositores, porque tienden a creer que el gobierno seguirá cayendo sin chance alguna de levantarse. Pero el gobierno se levanta y crece hasta llegar a un punto alto, aunque generalmente algo por debajo de lo que estuvo al principio del período.
Gobierno, oposición y opinión pública
Si se dan estas regularidades en la percepción que la opinión pública tiene respecto al gobierno, entonces los partidos políticos pueden basarse en el conocimiento del ciclo para ajustar sus estrategias.
La meta del gobierno será, seguramente, llegar al final del ciclo en un punto que sea el más alto posible en materia de popularidad.
Y la meta de la oposición será seguramente en espejo: que el gobierno llegue al final del ciclo en el punto más bajo posible.
No es difícil entonces organizar las acciones, ya sea del gobierno o de la oposición, de manera tal que se aproveche y saque partido a las distintas etapas del ciclo.
Hacer que juegue a favor. De eso se trata.